lunes, 20 de junio de 2011

Hechizos de amor

....
-¡No, no bebas eso!
-¿Por qué?.Es café.Hollier no se tomó la segunda taza.
- No te lo beba, te he dicho.
- ¿Por qué?
- Porque lo digo yo.
- Has puesto algo en la taza?
- Azúcar
- Claro, ¿y qué más?.
- Un poquito de una cosa especial, sólo para él.
- ¿Qué cosa?
- No importa.
- ¡Mientes!¿Qué les has puesto al profesor en la taza?.Es amigo mío. Dímelo o te zurro.
- Pues ya que quieres saberlo...unas pepitas de manzana tostadas.
- Sí, y algo más...¡Mujer, has puesto tu sangre secreta en este café!
- ¡No!
-¡Mientes!.¿Qué andas haciendo¿Quieres que Hollier se enamore de ti?.¡Vieja chocha!¿Es que no tuviste marido suficiente con mi querido Tadeusz?.
-Baja la voz, que te va a oir María.No sangre mía no,sangre de ella.
-Jesús! ¡Oh perdóname, Niño Jesús! ¡De María!¿Cómo se la quitaste?.
- Esos artilugios...ya sabes, esas cosas que la gadyí se meten dentro todos los meses.Exprimí uno con el exprimidor de ajos y fffisss, ya está.Ella quiere a Hollier, pero es tonta. ¡Le di la taza para Hollier y se la dio a Darcout!.Y ahora, ¿qué crees que va a pasar?.¡Y suelta la taza, que no quiero incestos en esta casa!...

 Ángeles rebeldes. Robertson Davies.







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